Otra vez lunes. Aquí ha estado lloviendo hoy toda la tarde, es decir, ha sido un lunes, lunes. Menos mal que hay pequeñas cosas que, a veces, insconscientemente, nos alegran la existencia, como la carcajada de una amiga, una lectura agradable o una cucharada de un plato que hemos preparado nosotros.
Hoy he preparado un pollo a la sidra, un plato muy fácil y, a la vez, muy socorrido, que dejará por las nubes a cualquier comensal que se acerque a nuestra cocina. En mi tierra la sidra se utiliza muchísimo, sobre todo, como bebida. Para mí, no hay plan mejor que una cena en pleno mes de agosto regada con una botella de sidra bien fresca. Es una bebida muy popular, al igual que las sidrerías, aunque éstas más en la temporada de sidrería, es decir, desde enero hasta mayo, más o menos. Durante el resto del año, se consume en botella, también de gran calidad.
Con esta receta no invento nada, pero no dejéis de probar este pollo a la sidra, os chiflará.
Ingredientes:
- Cuatro muslos de pollo
- Chalotas o escalonias
- Una botella de sidra
- Tres patatas grandes
- Pimienta
- Sal
- Aceite
Preparación:
- En una bandeja de horno, hacemos una cama con las patatas cortadas en rodajas gruesas. Ponemos encima los muslos de pollo, con sal y pimienta. Lo regamos con un poco de aceite y echamos media botella de sidra, o algo menos. 40 minutos a 180º.
- Sacamos la bandeja. Si queremos espesar un poco la salsa, la echamos en una sartén y vamos espesándola con un poco de harina de maíz, disuelta en agua fría.
- Montamos el plato.