Cestas de queso de cabra y tomates cherry caramelizados

¡Hola! Estoy liadísima con el trabajo y los preparativos de Navidad, y no he podido actualizar el blog. ¡Pero que conste que no tenía otra cosa en la cabeza! Creo que llego a tiempo para presentaros una propuesta para la mesa de Noche Buena o Navidad, un aperitivo exquisito y muy fácil de preparar: unas cestas (pueden ser tartaletas) con queso de cabra, cebolla pochada y tomates cherry caramelizados. Una delicia.

No creo que tenga tiempo para actualizar el blog hasta la semana que viene, pero os deseo felices fiestas y que disfrutéis muchísimo! Un beso enormeeeeeeeeeeeeeee!!!


Ingredientes:

• Una plancha de hojaldre congelado
• Tomates cherrys
• Un rulo de queso de cabra
• Cebolla morada
• Aceite
• Azúcar
• Sal

Preparación:

1. Elaboramos en primer lugar las cestas de hojaldre, colocando la masa en las cestas. Las metemos en el horno precalentado a 180º
2. Mientras, preparamos la cebolla pochada y, por otro lado, los tomates cherry caramelizados. Conviene que la cebolla (cortada en juliana) adquiera un color dorado. Preparamos los tomates cherry en una sarten con un poco de aceite y una cucharada de azúcar, que también puede ser azúcar moreno. Añadimos un poco de sal para restar acidez.
3. Una vez que tengamos todo listo, vamos montando las cestitas. En el fondo colocamos la cebolla pochada, encima el queso de cabra y lo coronamos con 2 ó 3 tomatitos.
4. Los servimos templados, con el queso un poco derretido.

Bon Appétit!!!

Tortillitas camperas rellenas de palitos de verduras

¡Ya es viernes otra vez! La semana ha sido corta, muy corta, y el fin de semana nos va a venir muy bien para pensar los menús de Navidad, hacer algunas compras, pensar en nuestro amigo invisible... o simplemente, ¡estar en casa con la calefacción a tope!

Habréis notado que he hecho algunos cambios en el blog. Ahora las fotografías tienen más protagonismo. Una de mis asignaturas pendientes es ir mejorando la calidad de mis fotografías, pero eso irá llegando poco a poco. Por ahora las he agrandado un poco para que La Caponata sea más visual. Ya se sabe que una imagen vale más que mil palabras y que la comida entra por lo ojos... ¡dos refranes del tirón!

Hoy os presento un plato que ya publiqué en el foro e Karos Arguiñano, pero lo vuelvo a publicar en La Caponata, porque creo que es un plato original, facilícimo de hacer y que nos puede dejar de lujo delante de los amigos. Las tortillitas tienen una presencia impresionante y acepta varias combinaciones; con diferentes rellenos, salsa de queso...


¡Vamos al lío!

Ingredientes:

• Ocho huevos (uno por tortilla)
• Un calabacín
• Un pimiento rojo
• Un pimiento verde
• Dos zanahorias
• Sal
• Perejil
• Aceite
• Vinagre balsámico de módena
  
  
  

Preparación:

En primer lugar preparamos las tortillitas en una sartén antiadherente. Necesitamos un huevo por tortilla, es decir, por ración. Batimos un huevo en un bol, con un poco de sal y pereji. Vamos haciéndolas como si fueran crepes, y las reservamos en un plato.

Cortamos las verduras, que en este caso son calabacín, pimiento verde, pimiento rojo y zanahoria, pero pueden ser las que más nos gusten. Las cortamos en forma de palitos. Las hacemos en una plancha con un poco de aceite.

Vamos montando el plato. Podemos envolver las tortillitas como queramos con unos cuantos palitos variados dentro, y lo servimos con un chorrito de vinagre balsámico de módena.

Bon Appétit!!!

Champiñones XXL rellenos de espinacas y gambas

¡No me echéis la bronca! jejejeje Estos días he estado muy liada, con mucho trabajo, y no he podido actualizar el blog. Pero no tenía otra cosa en la cabeza!!! jejejeje

Visto el éxito que tuvieron las croquetas de espinacas, ahora os propongo una nueva receta con esta verdura verde. ¡A este paso nos vamos a poner como Popeye! Son unos champiñones de tamaño XXL -no me pude resistir cuando los vi en el súper- que yo he rellenado de espinacas a la crema y gambas, y gratinado con queso rallado.




¿Vamos al lío? Os recomiendo que lo probéis, creo que hasta a quien no le hacen mucha gracias las espinacas le gustará este plato.


Ingredientes:

Una docena de champiñones hermosos
300 gramos de espinacas
Unas cuantas gambitas
Harina
Aceite
Leche
Sal


Preparación:

En primer lugar limpiamos bien los champiñones, les quitamos el tronco y los vaciamos un poco por dentro. Los reservamos.
Vamos haciendo el relleno. Primero cocemos un poquito las espinacas, mientras vamos salteando las gambitas troceadas en otra sartén. Retiramos las espinacas, las escurrimos y las troceamos con la trituradora (lo finas que queramos). Incorporamos las espinacas a la sartén de las gambas, y echamos un poco de sal. Para hacer un poco de crema, echamos harina, mezclamos y vamos echando la leche que nos admita, poco a poco. Probamos de sal.
Una vez que tengamos el relleno, dejamos templar y rellenamos los champiñones.
Con el horno precalentado a 170º, metemos los champiñones en una bandeja, con un poco de queso rallado por encima. Dejamos entre 20 y 30 minutos, y estarán listos para comer.




Bon Appétit!

Salmonetes en salsa de pimientos

Me enorgullece saber que algunas personas en este enome mundo de la blogosfera siguen mi blog. Gracias a todas esas personas que se acercan a esta pequeña ventana con la curiosidad de saber qué ha cocinado La Caponata. Sé que las croquetas de espinacas han tenido éxito, ¿eh? ¡Cuánto me alegro! Espeo que os pueda seguir ofreciendo muchísimas más recetas e ideas para sorprender a la gente que tenéis a vuestro alrededor.

Hoy os sirvo la segunda receta de pescado que hago para este blog. Son unos salmonetes a la placha con una salsa fina de pimientos, que casa a la perfección con este pescado de colores anaranjados. Si no conocéis este pez, os lo recomiendo. Y esta receta os puede servir para esa primera vez.






Ingredientes

4 salmonetes
6 pimientos morrones
Un brick pequeño de lata líquida
Aceite
Sal


Preparación

Limpiamos bien y trocear los pimientos y cocinarlos a fuego lento. Cuando esté pochado, lo pasamos por la batidora, para que quede todo triturado. Añadimos la nata líquida para que la salsa sea más cremosa. Cuando lo tengamos listo, reservamos.

Lavar y limpiar los salmonetes y sacar los dos lomos. Echamos un poquito de sal y los pasamos por la plancha con una gotita de aceite. Primero por el lado de la carne, y luego el de la piel. No dejamos que se hagan demasiado.

Presentamos el plato con un fondo de salsa, y los salmonetes encima.

Bon Appètit!

Croquetas de espinacas y queso de cabra

Jamás unas coquetas habían causado tanto furor en mi cuadrilla. Y podemos decir que somos especialistas de este pequeño y, a su vez, primoroso manjar. Pasamos un exigente control de calidad a la fritura de todo aquel sitio donde se ofrezca tomar algo. Las habituales de jamón, pollo o huevo cocido de nuestras madres han dado paso a variables infinitas, a veces lógicas y apetitosas y otras veces, poco afortunadas. La cretividad a veces puede jugar malas pasadas... Hace poco probé en un bar de la Parte Vieja de Donostia unas croquetas de pistacho, que se dejaban comer, aunque a priori la mezcla bechamel + pistacho parecía arriesgada.

Hoy os sirvo estas croquetas de espinacas y queso de cabra. El queso potencia la carencia de sabor que pueda tener la verdura, y es una mezcla que debéis descubrir. La receta nació de una conversación entre amigas. En Tolosa, nuestro pueblo, hay un bar en el que siempre pedimos croquetas de espinacas y mi cocina tenía que probar este experimento. Espero que os guste croqueter@s!




Ingredientes

1 kilo de espinacas congeladas (también se pueden utilizar frescas)
70 gr. harina
70 gr. mantequilla
Medio litro de leche
Un rulo de queso de cabra
Dos huevos
Pan rallado
Sal
Nuez moscada


Preparación

Hervir las espinacas en el agua unos 8 minutos. Escurrirlas muy bien.
Después, en una sartén derretir la mantequilla, añadir la harina, remover y verter la leche poco a poco, remover sin parar hasta que se disuelva la harina, añadir la sal y la nuez moscada.
Incorporar las espinacas, dejar que se hagan a fuego lento unos 20 minutos removiendo de vez en cuando. Incorporar también el queso de cabra en dados y dejar que se disuelvan un poco.
Verter la mezcla en un recipiente y dejar que se enfríe la masa. Coger porciones pequeñas de la masa, darles la forma que queramos, pasarlas por harina, huevo batido y pan rallado y freírlas en el aceite muy caliente.

Bon Appetit!!!

Redondo de ternera en salsa con champiñones cherry

Lo prometido es deuda, y hoy respondo a una petición de una amiga, Maitane, que me pedía una propuesta de "plato fuerte" para la cena de celebración de su 27 cumpleaños. De original poco tiene este plato, pero creo que siempre viene bien tener una buena receta de redondo en salsa. ¿o no? En este caso yo lo he acompañado de unos champiñones mini o cherry, que son una monada, y unos guisantes de lata. Además, este plato cumple los dos requisitos que mi amiga me pedía: que resultase fácil de hacer y que pudiera estar previamente hecho, para calentarlo en el momento.
Ze iruitzen, Maita? ;) Ah, y zorionak con tres días de adelanto!!!





Ingredientes:

Un redondo de ternera de 2 kg.
Dos cebollas
Dos dientes de ajo
100 gr. de zanahoria
200 gr. de tomates
Un puerro
Dos botes de champiñones cherry o minis (yo puse Eroski)
Un bote pequeño de guisantes
Un vaso de vino blanco
40 gr. de harina
1/2 dl. de aceite de oliva
Sal


Preparación

En una cazuela ponemos el aceite a calentar, y cuando esté caliente doramos el redondo en él para marcarlo.
Se saca el redondo de la cazuela y en ese mismo aceite añadimos las verduras picadas, hasta que se doren (deben tostarse un poco para obtener el color oscuro de la salsa).
Agregamos entonces la harina, removemos, mojamos con el vino, añadimos el redondo y mojamos con agua hasta que cubre el redondo.
Tapamos y dejamos cocer durante 2 horas.
Transcurridas las 2 horas, sacamos el redondo de la cazuela, colamos la salsa, se vuelve a poner al fuego todo junto, añadimos los champiñones y los guisantes, y dejamos cocer durante media hora más.
Para servirlo lo troceamos en rodajas gruesas y lo acompañamos con la salsa.


Bon Appétit!

Secreto ibérico con chalotas caramelizadas y chispas verdes

Tras un paréntesis mayor del que yo hubiese querido, regreso al blog. Venía hoy en coche y una canción dulce, y a la vez áspera, me ha despertado los sentidos: "When you’re smiling", de Louis Armstrong. Os sonará del anuncio televisivo de Apple Iphone 4. La melodía perfecta para degustar el sugerente plato de hoy: secreto ibérico con chalotas caramelizadas y chispas verdes.

Llevaba tiempo queriendo hacer un plato especial con secreto ibérico. Es una pieza que se encuentra detrás de la paletilla y dentro del tocino del cerdo. Es una carne que acumula grasa que se infiltra en la masa muscular, creando un veteado blanco que le proporciona una textura y un sabor excepcional. La he probado de esta manera, y aunque parece un filete normal, os sorprenderá su jugosidad y sabor.

La he acompañado de chalotas caramelizadas, que son siempre una delicia, y el plato ha adquirido brillo y color con unas guindillas de Ibarra (un pueblo contiguo al mío, famoso por sus guindillas verdes o "langostinos"). El color verde intenso de la hortaliza enciende este plato que de por sí se constituye de colores marronáceos y oscuros. Y como dicen que con los ojos también se come, también debemos pensar cómo componemos nuestra paleta de colores en el plato. Probad esta ración, no os fallará.




Ingredientes

Cuatro filetes de secreto ibérico
Una docena de chalotas
3 cucharadas de azúcar
2 cucharadas de vinagre de jerez
1 vasito de vino dulce
2 cucharadas de aceite de oliva
Guindillas de Ibarra


Preparación


Primero preparamos las chalotas. Se pone el aceite en la sartén y a fuego lento se añaden las chalotas peladas, removiendo hasta que se doren.Cuando están doradas se añade el azúcar y se remueve hasta que se deshaga. A continuación se añade el vinagre y el vino, y se deja cocer a fuego lento durante 15 minutos o hasta que la salsa tenga apariencia de caramelo líquido.

Después, vamos con el secreto ibérico. Esta carne es muy veteada y contiene ya su dosis de grasa, por lo que la podemos hacer sin una gota de aceite. Tras echarle sal, la pasamos en la plancha y la acompañamos con cuatro chalotas con su jugo. Encima de la carne colocamos unas guindillas troceadas que previamente habremos salteado en una sartén con un poco de aceite.

Bon Appétit!!!

Tartaletas de lemon curd y merengue

¿Os gusta el merengue? A mí me chifla, aunque creo que es uno de esos elementos dulces que se ama de por vida o se aborrecer hasta la muerte. Recuerdo que me aficioné al merengue hace años, cuando mi madre compraba pasteles de la pastelería Ibañez de mi pueblo y la familia siempre reservaba un merengue para mí. ¿Cómo conseguirán esta textura? nos preguntábamos en casa. Es un meregue delicioso, cremoso, blanquísimo... Mi madre incluso llegó a encargar tarros de merengue, porque la crema blanca terminó por conquistarnos a todos.

Reconozco que me doy el gustazo pocas veces al año, pero para mí es todo un capricho preparar merengue en casa e imaginar combinaciones. La receta que hoy os presento es un clásico, pero al merengue le van muy bien los cítricos y, en general, los aromas afrutados. Y también el chocolate.
El lemon curd de base en la tartaleta, una crema fina, ácida, dulce... exquisita no os dejará indiferentes.





Ingredientes:

12 tartaletas de masa quebrada (en mi caso compradas)
100 gr. aproximadamente de lemon curd para el relleno
3 claras de huevo a temperatura ambiente
Una pizca de sal
200 gr. de azúcar glacé

Para el lemon curd:

200 ml. de zumo de limón
250 gr. de azúcar
100 gr. de mantequilla
4 huevos
cáscara rallada de 1 limón



Preparación:

En primer lugar hecemos el lemon curd. Rallar la peladura de los limones y exprimir los limones y colar el zumo.

Mezclar el zumo, la ralladura y el azúcar en un bol que pueda poneres al baño maría, poner encima de un cazo lleno de agua y cocer removiendo de vez en cuando para que se derrita la mantequilla y el azúcar; mientras que se va calentando batir los huevos.

Cuando tengamos la crema de limón caliente pero sin que llegue a hervir, bajamos la potencia del fuego y añadimos el batido de huevos poco a poco y removiendo con las varillas hasta obtener una crema homogénea.


Con el lemon curd, rellenar las tartaletas y reservar.

Preparamos el merengue. Batir las claras con una pizca de sal al baño maría y agregar el azúcar poco a poco mientras las vamos montando; cuando estén firmes reservamos.

Distribuir el merengue encima de las tartaletas con una manga pastelera, metemos en el horno fuerte durante un par de minutos para que se doren un poco.


Bon Appetit!!!

Mermeladas ecológicas en Abaltzisketa (Gipuzkoa)

Esta vez no os traigo una receta, sino una bonita historia que transcurre en Abaltzisketa, un pequeño pueblo del interior de Gipuzkoa. Como sabéis, soy periodista y trabajo en un periódico de Gipuzkoa y hace poco publiqué un reportaje acerca de una pareja que se dedica a elaborar mermeladas ecológicas. Para este fin de semana que para los más afortunados será largo, os dejo esta lectura, que espero sea agradable.

Las cazuelas en las que Angela elabora sus mermeladas.

Angela muestra las mermeladas recién hechas en su obrador.



Naera Haundi: una forma de vida


Angela Linskey, originaria de Inglaterra, y el donostiarra Jesus Mari González viven desde 1984 en el caserío Naera Haundi de Abaltzisketa, donde han aprendido a autoabastecerse y se dedican a cultivar fruta y a elaborar mermeladas.


Aunque articula un perfecto y hermoso euskera, su acento delata de Angela Linskey su origen Anglés. Hace años emprendió con su hermana un viaje en autoestop para conocer Europa y el destino la condujo a Donostia, donde conoció entre muchos otros amigos, al donostiarra Jesus Mari González. Desde 1984 el lugar donde su interesante historia encuentra cobijo es en el caserío Naera Haundi de Abaltzisketa, un caserón abandonado que adquirieron para plantearse otra forma de vida, desde y hacia la naturaleza. Allí fue donde optaron por dedicarse a la producción de fruta ecológica y su transformación en mermeladas también ecológicas.

Mientras el mundo se preocupa de la vuelta al trabajo y el estrés post vacacional, Angela y Jesus Mari afrontan el nuevo curso con el mismo espíritu con el que lo cerraron. "Para no tener este tipo de problemas consigo mismo, lo mejor es no coger vacaciones en todo el año", comenta entre risas Jesus Mari. Hace muchos años que no saben lo que es hacer vacaciones, ya que hace muchos años decidieron dedicarse por completo al caserío, sus animales y sus árboles frutales, lo cual conlleva un trabajo diario. "Lo cierto es que tenemos mucho trabajo, pero también tenemos otro tipo de aficiones que nos relajan como la lectura o los paseos", añade Angela.

No es fácil resumir el recorrido de Angela y Jesus Mari antes de llegar a Abaltzisketa. Antes de instalarse en Euskal Herria, viajaron a Inglaterra donde Jesus Mari perfeccionó su inglés; también vivieron algunos años en un caserío de Urnieta junto a otro grupo de amigos y vieron que era necesario aprender euskera si querían vivir en el caserío. Lo hicieron en Lazkao y hoy es un placer oírles hablar euskera.

En Naera Haundi se aboga por una filosofía particular de vida y de descanso en armonía con el entorno, generan más del 50 % de la energía que consumen a partir del sol y la biomasa, producen fruta y elaboran mermeladas ecológicas. Como complemento, poseen dos apartamentos dentro de la denominación de agroturismo, y realizan actividades lúdicas como tiro con arco, artes marciales, o visitas guiadas por su explotación.

A pesar de vivir en un paraíso particular alejados del ritmo frenético de la ciudad, Angela y Jesus Mari no viven aislados del mundo, y es un gusto conversar con ellos sobre las reglas del mercado actual, el inusitado traslado de materia prima en el mundo, la manida crisis económica o, incluso, la comercialización de espárragos de Navarra que llegan desde Perú. "No entendemos hacia dónde va este mundo y los intereses de la industria y los gobiernos que nos dirigen", reflexionan. Se horrorizan ante el salvajismo de la industria alimentaria y Angela se lamenta de la situación de la agricultura en Euskal Herria. "Creo que los gobiernos han perdido aquí una gran oportunidad de crear una agricultura ecológica, ya que en Euskal Herria los caseríos y terrenos son pequeños y las distancias muy reducidas", explica Angela. Cuando ellos comenzaron a dedicarse a la agricultura ecológica supuso una gran revolución. Sin embargo, ahora la palabra "eco" está en boga. "Lo que en realidad se está poniendo de moda es la ecoindustria, que busca poner una etiqueta a sus productos para vender más", alerta Jesus Mari.

Las mermeladas en Naera Haundi se elaboran según recetas tradicionales, usando sólo como materia prima la fruta y el azúcar de caña ecológico. "Realizamos todo el proceso a mano, teniendo en cuenta las características de las diferentes frutas que cultivamos. La fruta pequeña, como la grosella o la frambuesa es la que mejor se adapta a este entorno húmedo, pero también tenemos higos o kiwis. Los cítricos no aguantan este clima y esta fruta nos la traen. Una vez embotada en el obrador, pasa a una sala de reposo donde descansa un tiempo antes de etiquetar y pasar al almacén", detalla Angela, quien se encarga de elaborar las mermeladas.

La autosuficiencia es su consigna. Además de los árboles frutales, tienen poneys, conejos y una pequeña huerta. La hierba que cortan entre los frutales se emplea como abono, hacen compost, utilizan purín de ortigas para fortalecer las plantas, decuecen la cola de caballo para combatir los hongos y también el ajo contra ciertos insectos.

Hasta hace algunos años era Angela quien se encargaba de acudir puntualmente a las ferias para comercializar sus mermeladas. Ya no lo hace "porque no era rentable" y Lur Lan Baserritar Elkartea es quien se encarga de hacer llegar sus producciones directamente al consumidor, sin intermediarios.



FUENTE: NOTICIAS DE GIPUZKOA

Bolas crujientes de berenjena y mozarella

Parecen croquetas sí, pero no lo son. Bueno, en realidad no sé si es requisito indispensable que las croquetas lleven bechamel. En cualquier caso, esta receta prefiere llamar "bolas" a este aperitivo, que nos sirve para abrir boca en una copiosa comida.

He visto en varios blogs esta receta y, como sabéis, no me puedo resistir a ninguna receta que lleve queso. En este caso utilizamos mozarella, pero podría utilizarse otro tipo de queso con carácter. En cuanto a las especias, aunque yo no sea muy amiga de ellas, reconozco que en esta receta el tomillo y el cilantro casan a la perfección con la berenjena y la mozarella. Fijaos en que la berenjena que compráis tenga la piel firme y no tenga magulladuras, eso nos garantizará que tenemos entre manos verdura fresca y tierna.



Ingredientes (salen entre 15 y 20 bolas)

Medio kilo de berenjenas
2 huevos
100. gramos de queso parmesano
Una taza y un cuarto de pan rallado
Ralladura de un limón
Medio manojo de perejil o cilantro
Tomillo (opcional)
Pimienta negra
1 y 1/2 cdas. de harina
100 gramos de queso mozarella


Preparación

En primer lugar, precalentar el horno a 180º.
Se pueden pelar las berenjenas o no (en mi caso, no). Disponerlas en una fuente, salarlas y dejarlas en reposo durante una media hora para que suelten su amargor.

Pincelar con aceite unas bandejas de horno, secar la berenjena y ponerlas en la fuente; pincelarlas de nuevo con un poco de aceite e introducir en el horno (30-40 minutos). Dejar enfriar y cortar en trozos más pequeños.

En un bol batir un huevo, añadir el queso parmesano, 1/4 de taza de pan rallado, la ralladura de limón, el perejil, el tomillo, la pimienta y la sal. Agregar la berenjena troceada y mezclar todo mezclándolo con el tenedor.

En otro bol ponemos el resto del pan rallado, y en otro diferente batimos el otro huevo y le incorporamos la harina.

Así, coger pequeñas porciones de berenjena, hacer un hueco en el medio para la mozarella, y cerrarla. Pasar las bolas por huevo-harina y pan rallado y freir en abundante aceite.

Bon Appetit!!!

Caldero de sepia

Vamos a darle cancha a esto del blog, y aquí voy con mi segunda entrada. Por cierto, gracias, muchas gracias a todos los que habéis parado por aquí y qué decir de los que me habéis dejado algún comentario. Eskerrik asko!!!


Aunque el verano de 2010 ya son sólo recuerdos, hoy os presento este plato contundente, un guiso marinero del que se pueden tomar dos platos y luego echarte la siesta. La sepia es un pescado que yo relaciono con el verano, aunque su pesca se prolonga hasta diciembre. Recuerdo mis veranos en Peñiscola (Castellón) cuando siempre, por lo menos una vez en todas las vacaciones, mi hermana y yo comíamos sepia. En Tolosa, mi pueblo, rara vez se come este molusco, al que tambié se le llama choco o jibia. Sin embargo, el novio de mi hermana nos agasajó este verano con dos piezas proverbiales de este pescado con el que optamos por hacer un caldero.



INGREDIENTES:


Dos sepias grandes
Cinco patatas grandes
Una cebolla morada
Dos pimientos verdes
Dos tomates rojos
Pimientón dulce
Un vaso de vino blanco
Perejil
Sal
Azúcar



PREPARACIÓN


Troceamos la cebolla y el pimiento verde en primer lugar y vamos pochando en una sartén o un caldero. Una vez que esté dorado (el dorad le dará un color y un aroma más intenso al guiso), añadimos el tomate y dejamos que se mezcle, con un poquito de sal y azúcar (para que se le vaya la acidez). Añadimos un poco de pimientón (en mi caso, dulce).

Después, añadimos la sepia muy bien limpia (es lo que más trabajo os va a dar), es decir, las aletas, los tentáculos y el cuerpo troceados. Dejamos que tome un poco de color y añadimos las patatas troceadas. Mezclamos y añadimos el agua o el caldo hasta cubrir el guiso, un vaso de vino blanco, echar perejil picado y dejamos media hora, hasta que veamos que la sepia se ha ablandado.

Bon Appetit!

Bizcochos de Cítricos

Aquí os sirvo un postre que ya había presentado en La Ventana de Karlos Arguiñano, per o os lo quería enseñar aquí, en mi blog. Los cítricos me encantan. Es de la creencia popular que la vitamina C se debe ingerir sólo cuando estamos resfriados o tenemos gripe. Sin embargo esto es totalmente falso, pues esta vitamina es beneficiosa en cualquier momento, en especial para los niños, pues sin excepción ayuda a combatir cualquier enfermedad que nos ataque. Es por ello por lo que se insiste en que debemos ingerir vitamina C. Por si no lo recuerdas, son alimentos como la naranja, el limón, el chile dulce, la piña, la mora, el tomate, y en general los cítricos y los vegetales verdes, los que continen gran cantidad de esta vitamina.

En mi caso, he hecho un bizcocho de limón tradicional, con yogurt de limón y ralladura de limón. Encima puse naranjas en almíbar para decorar, pero queda riquísimo. Os lo recomiendo...

BIZCOCHO DE LIMÓN

Ingredientes:

Un yogurt de limón (el bote nos sirve de medida)
Tres huevos
Tres botes de harina
Dos botes de azúcar
Un bote de aceite
Levadura
Ralladura de limón

Preparación:

Separamos las yemas de las claras y montamos éstas a punto de nieve, y reservamos.
En un bol mezclamos las yemas de los huevos con el azúcar, la harina, el azúcar, y la levadura, sin dejar grumos y mezclando todo bien. Por último, añadimos la ralladura de limón y, con mucho cuidado, incorporamos las claras montadas, sin que se nos bajen. Utilizamos los moldes que queramos, individuales o "familiares".

NARANJAS EN ALMÍBAR

Ingredientes:

1 kilo de naranjas cortadas en discos con la cáscara y 1 kilo de azúcar.

Preparación:

Lavar las naranjas y las cortas en discos no muy finos. Con el azúcar y el agua preparas un almíbar claro que hierva aproximadamente unos 10 minutos. Una vez hervido, se retira del fuego y se deja enfriar un poco y una vez templado se rellena con éste almibar unos recipientes herméticos en los cuales hay que poner antes los discos de naranjas.Una vez tengas las naranjas en los recipientes, rellena con el almíbar y cierra herméticamente. Para hacer bien el vacío, pondremos agua en una olla junto con un paño y meteremos dentro los botes bien cerrados. Dejaremos que hierva por espacio de 30 minutos. El tiempo empezará a contar en el primer hervor. Pasado el tiempo dejamos enfriar en la olla hasta que estén completamente frios. Sacamos, secamos, limpiamos y etiquetamos. (Receta de "El Rincón de la Mariposa").